Purificás

Monroy

MONROY, sus primeros pobladores que habitan estas tierras aparecen en el Calcolítico y la Edad de Bronce. El origen del señorío de Monroy del que surge la aldea, se fecha en el siglo XIV cuando un noble placentino, Hernán Pérez de Monroy, gracias a los privilegios concedidos por Fernando IV edifica un castillo y lleva 100 pobladores. La aldea de Monroy debió tener gran importancia porque Plasencia y Trujillo, llegaron a disputarse los derechos sobre su jurisdicción, hasta que en 1371, el rey Enrique II le otorgó el título de Villa. Durante el siglo XV, Monroy se vio envuelta en los enfrentamientos entre desiguales miembros de este linaje, como Hernán de Monroy “El Gigante”, primo de Hernando de Monroy “El Bezudo”, quien se quedó en este lugar. En 1634 el señorío de Monroy, fue convertido en marquesado.

Una historia completa de sucesos que han dejado muestras arquitectónicas como la Villa romana de Monroy, el Castillo de Monroy, la Iglesia de Nuestra Señora de Santa Catalina, la Ermita de Santa Ana, los Villares de Parapuños, el Pajar del Toro, las tumbas prerromanas y la Casa del Reloj, además de recursos naturales como el Arroyo del Cabril o la Fuente de las Amapolas.

Castillo de Monroy

¿QUÉ VISITAR?

Villa romana. Situada a 3 km del casco urbano ubicado en la zona conocida como Los Mochuelos del Tesoro. La villa romana, pertenece a los siglos III al V. Se diferencian dos zonas, el complejo norte y el sur. En el complejo norte se ubican dependencias destinadas a los siervos del señor, a la conservación de la producción agrícola y algunos establos. El complejo sur está formado por varias salas concentradas alrededor de un patio abierto al exterior con columnas, con un estanque central, donde en la actualidad existe una frondosa encina.  Otra área era destinada a pequeños talleres de alfarería, forja y cerámica, así como las termas o baños de la época. En el Museo arqueológico provincial de Cáceres se exhiben algunas piezas encontradas en el lugar.

Castillo de Monroy. Patrimonio Histórico Español, declarado Bien de Interés Cultural. Su construcción es de principios del siglo XIV (1309), realizándose en un alto que domina parte de la penillanura trujillano-cacereña, cuando Fernando IV, otorga privilegios al noble placentino HERNÁN PÉREZ DE MONROY, al que se le permitió construir un castillo en este lugar, y poblarlo con cien vecinos. Así, nació Monroy. El linaje de Monroy tiene otros dominios en la Alta Extremadura, como es el Castillo de Belvís de Monroy. A lo largo del siglo XVI como le ha ocurrido a otros castillos pasan a convertirse en palacios. El Castillo de Monroy perteneció durante muchos años y ya en el siglo XX al pintor y escultor Pablo Palazuelo. Expuso en lugares como París, Toronto, Madrid, Bilbao…recibió dos grandes premios: Kandinsky (1952) y Velázquez (2004). En 1974 adquirió el castillo y se instaló allí creando muchas de sus obras. Fallece en 2007 y pasa a manos de sus herederos. A pesar de ser propiedad privada, se puede visitar contactando previamente con el ayuntamiento de la localidad.

Iglesia de Nuestra Señora Santa Catalina. Construida a finales del siglo XV y principios del XVI. Destacan el óculo abocinado, que originariamente fue la única fuente de iluminación del coro y de la nave, la pila bautismal, de granito y con bóveda de cañón y el púlpito de prisma hexagonal y con capitel corintio decorado con torsos humanos. Una de las capillas de la iglesia acoge una talla de la Virgen del Rosario que procesiona cada 2 de febrero con motivo de la fiesta de Las Purificás. La capilla nobiliaria, es posiblemente de carácter funerario, erigida por alguna de las ramas de los titulares del señorío de Monroy, a juzgar por los blasones que la decoran. A continuación de la misma, se encuentran dos sepulcros cobijados bajo arcos ojivales. Pertenecen sin duda, a dos personajes del linaje de los Monroy, como nos informan los dos blasones situados encima de los sarcófagos. El coro, en el tramo de los pies, es el último que se levanta, concluyéndose en 1562 por parte del cantero Pedro Gómez. En el centro se puede contemplar un escudo esculpido en piedra, perteneciente a la Casa Monroy y Las Varillas. Sobre el retablo parroquial, aparecen las primeras noticias en el año 1605. Es un retablo herreriano tallado en madera de pino, dorada y estofado. Sustituye a otro anterior de estilo gótico.

Ermita de Santa Ana. Levantada en el siglo XIX, de una sola nave reforzada con contrafuertes, construida con mampostería de pizarra y que actualmente está sin encalar, salvo la fachada. En el interior de la ermita, se encuentra el retablo de madera del siglo XV-XVI, en el cual se sitúa Santa Ana, que es la patrona de Monroy.

Los Villares de Parapuños. Son asientos de edificaciones de forma rectangular e incluso algunos circulares. Se aprecian por sus cimientos hechos con lajas de piedras hincadas de canto a un lado y al otro.

El Pajar del Toro. Se encuentra una construcción de 5 metros de diámetro y poco más de 3 metros de altura. Sus paredes son de piedras irregulares, y el mortero de barro, la parte más alta es de tapia. Al lado de la cerca, hay una peña tallada con tres asientos, a distinta altura, que puede haber sido base de alguna construcción.

Alrededor del «Pajar del Toro”, hay gran cantidad de piedras labradas e hincadas en el suelo y muchos cimientos edificados, con tapas de pizarras o con gruesos gorrones de cuarzo blancos. Se han encontrado también pizarras rayadas con extraños signos.

Tumbas prerromanas (junto a la ermita de Santa Ana). Se trata de tumbas tardorromanas excavadas en la roca, en este caso pizarra, datadas entre los siglos IV y V d.c.

Casa del Reloj. En ella se encuentra un Museo de iconografía bizantina donde se pueden ver los iconos realizados por Paquita Morgado y la colección de relojes solares de Gervasio Reolid, esposo de Paquita.

PARA AMANTES DE LA NATURALEZA

Arroyo de El Cabril. Paraje con difícil acceso por su escarpada orografía. Un tajo en el terreno, donde el arroyo se retuerce y se hunde entre peñascales, que también se conoce con el nombre del “Tranco del Diablo”. En él habitan especies de gran interés faunístico como el búho real, alimoche, cigüeña negra, buitre leonado…

Fuente de las Amapolas. Situada junto al arroyo de la Amapolas. Es muy popular entre los vecinos de Monroy, puesto que era lugar de reuniones de jóvenes, de noticias, etc. Se cuenta que estuvo techada con cristales y se restauró en la II República, por lo que se cree que su actual construcción, podría datar de finales del siglo XIX o principios del XX.

Las Fuentes. Existen numerosos acuíferos subterráneos que se manifiestan al exterior en forma de fuentes, como:

• La Fuente del Corchito

• Las Guapas

• Las Palomas

• El Manantío

• La Juntana

• El Huerto

FIESTAS TRADICIONALES

Las Purificás. El 2 de febrero las Purificás con sus trajes regionales, entran en el templo principal de la localidad cantando  coplas (25 y de origen medieval) al son de la pandereta. Estas coplas hacen alusión a la purificación de la Virgen. La elección de las Purificás se lleva a cabo por parte de la mayordoma con unos meses de antelación siendo chicas solteras entre 16 y 20 años  y con buena voz. Otras chicas acompañan a las Purificás portando la virgen del Rosario, diferenciándose porque ellas llevan a la cabeza un pañuelo negro y las Purificás de color blanco. Toda una tradición que se conserva en esta localidad y en la que sus habitantes participan en la rifa de las roscas de piñonate que se entregan como ofrenda.

Romería del Lunes de Albillo (lunes siguiente al lunes de Pascua). Jinetes con sus mejores galas y habitantes a pie, se reúnen en la plaza del pueblo y marchan en procesión hacia la ermita de Santa Ana, para disfrutar de un día de convivencia entre los lugareños y visitantes.

Semana Cultural. A finales del mes de julio en torno al día 26 que se celebra Santa Ana, patrona del municipio, actos religiosos y actividades culturales y musicales tienen lugar en estas fechas.

Fiestas de Septiembre o Los Toros. A mediados del mes de septiembre comienzan las fiestas populares con actividades deportivas, verbenas y festejos taurinos amenizan estos días festivos que celebra Monroy, con dos días muy especiales, el “Día del Medio” con lidia de reses por las calles del pueblo o el “Día de la Merendilla”.

SUS SABORES

Como comidas típicas del municipio de Monroy cabe destacar: las migas, gazpacho, frite de cordero  y cabrito asado, el refrito (donde se utilizan las vísceras del cerdo), arroz de matanza (guiso hecho a base de sangre cocida y arroz). Entre los dulces y postres subrayar las floretas, las roscas, los coquillos, los repápalos, los calostros y las singulares roscas de piñonate.